Tuesday, March 28, 2006

*De CóMo El TlaCoaChe PuDo RoBaRsE eL fUeGo*

Leyenda Cora.
México.

Hace muchos años, pero muchos años atrás no se conocía el fuego, las personas debían comerlo todo crudo. Los Tabaosimoa, los Principales, se reunían a discutir sobre la forma de tener algo que les proporcionara calor y cociera sus alimentos. Ayunaban y se abstenían, discutían...veían pasar sobre sus cabezas un fuego que se metía en el mar y que ellos no podían alcanzar.
Así, cansados los Principales, reunieron personas y animales para preguntar quién les podría traer el fuego. Un hombre propuso que fueran cinco por un rayo del sol hasta el lugar por donde salía. Los Tabaosimoa aprobaron la moción y pidieron que los cinco hombres se dirigieran al Oriente mientras ellos, esperanzados, continuaban rezando y ayunando.
Los cinco partieron y llegaron al cerro donde nacía el fuego. Esperaron a que amaneciera y se percataron de que el sol nacía en un cerro más lejano, por lo que siguieron su camino. Llegados al segundo cerro, vieron al nuevo amanecer que el sol partía de un tercer cerro aun más lejano. Y así lo persiguieron hasta un cuarto y quinto cerro donde se les acabó el ánimo, regresando tristes y cansados. Le contaron a los Principales que ellos sabían que nunca podrían alcanzar al sol. Los Tabaosimoa les dieron las gracias y siguieron pensando que hacer.
Entonces salió Yaushu, el sabio tlacoache, y comenzó a relatarles cómo había hecho un viaje a Oriente. Había divisado una luz lejana, se hizo el propósito de averiguar qué era y se puso en camino día y noche, apenas durmiendo o comiendo. Al anochecer del quinto día pudo ver que en la boca de una gran cueva ardía una rueda de leños, levantando llamas muy altas y torbellinos de chispas. Sentado en un banco estaba un viejo mirando la rueda; un viejo alto, con su taparrabo de piel de tigre, de cabellos parados y ojos espantosamente brillantes. De tarde en tarde alimentaba con troncos la rueda de lumbre.
El tlacuache contó que se mantuvo escondido tras un árbol y que asustado, retrocedió con cautela. Se percató que se trataba de algo caliente que era terrible y peligroso. Al terminar el relato, los Taboasimoa preguntaron a Yaushu si podría regresar y traerles una brizna de aquello. El tlacuache accedió, pero los Principales y la gente debían ayunar y pedir a los dioses con ofrendas de pinole y algodones. Estos asintieron y lo amenazaron con la muerte si les engañaba. Yaushu sonreía sin hablar.
Los Taboasimoa ayunaron cinco días y le entregaron al tlacuache pinole de chía en cinco bolsas. Yaushu anunció que regresaría en otros cinco días; debían esperarle despiertos a la media noche y si moría, les recomendaba no lamentarse por él.
Cargando su pinole, llegó a donde el viejo que contemplaba el fuego. Yaushu le saludó y hasta la segunda vez obtuvo respuesta. El viejo le preguntó que hacía tan tarde por allí. Yaushu respondió que era el correo de los Tabaosimoa y andaba buscando agua sagrada para ellos; estaba muy cansado y pedía dormir allí para continuar su camino al otro día. Tuvo que rogar mucho pero al fin el viejo permitió que se quedara a condición de no tocar nada. Yaushu se sentó cerca del fuego y le convidó de su pinole. El viejo vertió un poco en el centro de la hoguera; metiendo un dedo en la mezcla, arrojó unas gotas por encima de su hombro y sobre la tierra, luego tomó el resto. El Viejo le agradeció el pinole y se durmió.
Mientras Yaushu le oía roncar, pensaba cómo robarse el fuego. Estiró su cola y tomando un carbón enecendido se alejó. Llevaba un buen trecho cuando sintió que se le venía encima un ventarrón y el viejo se plantó frente a él, enojado. Le regañó por haber tocado sus cosas y robarle; le mataría. De inmediato tomó a Yaushu para quitarle el tizón, pero aunque le quemaba la cola no lo soltó. El viejo lo pisoteó, le machacó los huesos, lo sacudió y lo arrojó. Seguro de haberlo matado, regresó a cuidar el fuego.
Yaushsu rodó y rodó, envuelto en sangre y fuego; así llegó donde estaban orando los Tabaosimoa. Moribundo, desenrroscó la cola y entregó el tizón. Los Principales encendieron hogueras. El tlacuache fue nombrado el héroe Yaushu y por eso, todavía muestra la cola pelada y anda trabajosamente por los caminos.
Este fue uno de los primero cuentos que recuerdo haber leído. Andaba navegando y me topé con él... interesante, verdad???

Wednesday, March 22, 2006

...

Pues resulta que ayer en la noche fui al cine con mi novio y vimos una película (pues qué más podríamos hacer en el cine, no?) llamada 'V for Vendetta'. Tras discutir a profundidad la trama y fundamento de la movie -puesto que somos... ok, eres EL experto en cine- aún no puedo definir mi postura... no sé si me gustó o no!!! Eso de definir los gustos es cosa fácil, no? Es decir, cuando algo te gusta, pues te gusta y cuando no, pues no. Veamos... qué me gusta???
Me gustan las nubes esponjaditas, ésas que parecen bombones; las pulseras, collares y demás cochinero que pueda colgarse a las muñecas y al cuello; los zapatos, no me importa si son cómodos o no, mientras sean lindos vengan a mi!. Besar(te). El color rosa; los perritos, no importa si son de raza o callejeros; los dulces: any kind!!! Las canciones que tienen tarareos o parareos (algo así como ♪ pararara pa pa ra ra, parara pa pa ra ra ♪); los atardeceres y la noches donde se ven muchas estrellas. El invierno, porque puedo abrazar(te) más. Tus manos y tus ojos, tu sonrisa... me gustas tú! Las caricaturas y las tortillas de harina que hace mi abuelita. El brócoli y la poesía de Pablo Neruda; las comedias románticas y hablar bien. Caminar por la orilla de la banqueta, porque sino me comen los cocodrilos; el sonido del aire en las hojas de los árboles y las huellas en la arena. El puré de manzana, los ojitos y la boquita de las Paletas Payaso; las pijamas y el flamenco... entre otras cosas!
y todavía no sé si me gustó V for Vendetta... qué cosas!!!

Thursday, March 16, 2006

BiP... BiP... BiP!!!!

Aquí sigo, dando señal de vida!!! Entre escuela, trabajo, tareas y demás asuntos que atender he dejado de lado escribir en el blogsillo, pero aquí ando, vivita y coleando!!! (qué significará coleando??? Moviendo la cola como los perritos o las vacas??? mmmm creo que si no sé qué significa la expresión no debería usarla, pero bueno, ya la escribí y me da flojera darle backspace...)
Mientras tanto los dejo con la letra de una canción muuuuuy linda... aunque estaría más padre que les dejara la canción, verdad? Pero no soy una super genio de la computación, así que tendrán que tararear la musiquita en su cabeza...Bueno, con dedicatoria tácita...



How Sweet it is

I needed the shelter of someone's arms
and there you were,
with sweet love and devotion,
gently touching my emotion...

I want to stop - to thank you baby!
How sweet it is to be loved by you,
how sweet it is to be loved by you

Open my eyes at night
I wonder what I would be without you in my life
everything was just a bore,
all the things I've done
you know I've done them before,
but you brightened up all of my days
with your love so sweet and in so may ways

I want to stop - to thank you baby
How sweet it is to be loved by you,
how sweet it is to be loved by you
Sweeter than the honey from the bees, baby.



Esta linda cancioncita está incluída en el nuevo material de Michael Buble, titulado It's time; y gracias a mi novio super hermoso que me lo regaló en mi cumple puedo recomendarlo :D Si les gusta toda la onda de Big Band, con arreglos impetuosos y un toque medio swingesco allá por los times de Sinatra, escúxese!!!

Friday, March 03, 2006

*EnTrE tUs PiErNaS*




Estoy sintiendo que no estas lejos,
estoy sintiendo que vas a venir.
Te esperando todo mi cuerpo
para dejarnos marcas en la piel.

Cerca de ti me siento libre
y en tu mirada quiero morir...

Volar despacio por tu cuerpo,
tocándonos la piel
sin importar el tiempo, hasta el amanecer.
Se va mi vida entre tus piernas,
me olvido del temor,
las horas son eternas y no existe el dolor.

Voy dejando en cada espacio
algo que te haga recordar;
voy recorriendo el universo,
buscando luces en tu corazón.

Cerca de ti me siento libre
y en tu mirada quiero morir.

Volar despacio por tu cuerpo,
tocándonos la piel,
sin importar el tiempo hasta el amanecer.
Se va mi vida entre tus piernas,
me olvido del temor
Las horas son eternas y no existe el dolor.

*Miguel Islas.